A Leiras no le gusta ir a un adivino y que este no sepa ni a lo que va. Adivinos así hay muchos, por no decir todos. Un buen adivino debería saber lo que su cliente quiere antes de que el se lo diga. Para eso cobra unas tarifas muy elevadas.
A Leiras no le gusta ir a un adivino y que este no sepa ni a lo que va. Adivinos así hay muchos, por no decir todos. Un buen adivino debería saber lo que su cliente quiere antes de que el se lo diga. Para eso cobra unas tarifas muy elevadas.