La Unidad de Investigación de Incendios Forestales – UIFO de la Consellería de Medio Rural pilló infraganti a una mujer en el concello de Amoeiro, cuando se desplazaba por el monte con pastillas de encendido y un mechero, presuntamente para provocar un incendio forestal.
Así, los agentes de la UIFO habían establecido desde hacía varios días un operativo de vigilancia en la parroquia de Trasalba al detectar la existencia de actividad incendiaria. Además, encontraron artefactos incendiarios y pastillas de encendido en los siete fuegos registrados en la zona desde lo pasado 13 de agosto, con la colaboración del personal del Distrito Forestal XII (Miño-Arnoia). Gracias a la rápida actuación del Servicio de prevención y extinción de incendios, la superficie afectada entre los siete fuegos no llegó a una hectárea.
La investigación se está realizando conjuntamente con agentes de la Policía Autonómica de la jefatura de Ourense y la presunta autora de estos fuegos se puso la disposición judicial en calidad de investigada.
Esta operación se suma a las realizadas a lo largo de este verano por los agentes de la UIFO. Así, en el distrito forestal XVIII (Vigo-Baixo Miño) encontraron un artefacto incendiario y una colilla proveída de un sistema de ignición, concebida para ser depositada en el monte y prender fuego de manera retardada. También encontraron papeles de periódicos acopiados en el punto de inicio de dos conatos registrados en el distrito forestal XIX (Caldas-O Salnés) y una pastilla de encendido en otro conato del distrito III (Santiago-Meseta Interior). Todos estos indicios avalan la intencionalidad de los fuegos al ser encendidos de forma premeditada.
Además, hace falta señalar que existen otras líneas de investigación abiertas que concluirán en la detención de los presuntos causantes. Asimismo, la Xunta quiere dejar claro que, cuando se pruebe que algún fuego que se registre es provocado, el culpable pagará por todo, con penas de cárcel y con su propio patrimonio. No quedarán impunes y pagarán con lo que tengan los gastos de extinción, porque además de dañar los montes, ponen en riesgo la vida de personas.
