
Pasar la fregona y que venga alguien a pisar lo ya fregado, puede acabar cabreando a cualquiera. A nuestra amiga es lo que le sucede, que se enfada con los que pisan por donde ya ha pasado la fregona.
Pasar la fregona y que venga alguien a pisar lo ya fregado, puede acabar cabreando a cualquiera. A nuestra amiga es lo que le sucede, que se enfada con los que pisan por donde ya ha pasado la fregona.