
El Seprona de la Guardia Civil de Ourense, en el marco de la Operación Caolinita Uno, ha tomado declaración al representante de una empresa minera como presunto autor de un delito medioambiental. La investigación señala vertidos continuos de agua con altos niveles de sólidos en suspensión, procedentes de sus instalaciones.
Según las autoridades, estos vertidos no cuentan con la autorización de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil y están contaminando el arroyo A Armada, afectando también al río Cerves. El impacto es significativo en el dominio público hidráulico, especialmente en las conocidas pozas de Melón y Tourón.
El caso está siendo instruido por el Juzgado de Ribadavia.