
El grupo municipal socialista votó en contra de la aprobación definitiva de la ordenanza que regula las tarifas del servicio de recogida y tratamiento de residuos en Ourense. Lo hizo durante el pleno extraordinario celebrado este lunes, reiterando su rechazo a lo que consideran una subida indiscriminada del recibo de la basura y del agua, sin mejoras reales en los servicios.
Desde el PSOE critican que el incremento responde, aseguran, a una decisión política del alcalde, en un contexto en el que los servicios municipales siguen en precario y sin avances visibles.
La concejala María Fernández Ojea puso el foco en el principal problema de la nueva ordenanza: que el Concello de Ourense no está pagando el servicio de recogida de basura, mientras traslada el coste a la ciudadanía. Según explicó, el recibo subirá un 45%, aunque el propio Ayuntamiento desconoce el coste real del servicio. “non paga o servizo de recollida de lixo, mentres os veciños e veciñas terán que pagar un 45% máis por un servizo que non sabemos cantos nos custa porque o contrato está en precario”.
Fernández Ojea también cuestionó que el alcalde base la subida en simples estimaciones económicas. “Non sabemos canto nos custa porque non pagamos o recibo e lle debemos máis de 10 millóns de euros á concesionaria dende fai anos, tal e como sucede con varias concesións”.
En cuanto a la ley estatal 7/2002, el PSOE niega que sea la responsable directa del aumento de tarifas. Recuerdan que su objetivo es mejorar los servicios y aplicar medidas medioambientales, algo que, a su juicio, no se está cumpliendo en Ourense. Las bonificaciones incluidas en la ordenanza —aprobada con los votos de PP y Democracia Orensana, y el rechazo de PSOE y BNG— solo beneficiarían a nueve unidades familiares, sin que esté claro cómo se solicitan ni cómo se aplican. “Non hai máis que pasear por Ourense para ver o declive e deterioro dos servizos básicos da cidade”.
La crítica socialista se extiende también al servicio del agua, donde denuncian una situación similar: subidas basadas en estimaciones, mientras el Concello no paga el servicio en tiempo y forma, lo que acaba repercutiendo en el recibo de los vecinos.
Ante este escenario, el PSOE reclama una auditoría externa del servicio de agua, con el objetivo de ahorrar costes y garantizar un control adecuado. También cuestionan el procedimiento iniciado para pagar la deuda con Viaqua, que consideran “tarde, mal e sen fiscalizar debidamente polo órgano de xestión ornamentaría e a intervención municipal”, un hecho que, en palabras de Fernández Ojea, es un “síntoma de que o Concello non se preocupa polo interese público”.






