
La Secretaría de Feminismos de Podemos Ourense alza la voz y exige claridad, transparencia y responsabilidades políticas tras los hechos conocidos en Lugo relacionados con presuntos casos de acoso sexual en el seno del PSOE. Lo hace desde la prudencia, pero también desde una posición firme, consciente de la gravedad política y feminista de la situación.
Desde la formación morada recuerdan que las denuncias existentes contra José Tomé fueron canalizadas a través del procedimiento interno antiacoso del PSOE, y que no constan por ahora denuncias judiciales ante los tribunales. Una precisión necesaria, subrayan, que en ningún caso puede servir para restar importancia a lo ocurrido ni a la forma en que fue gestionado por la dirección socialista.
Especial inquietud genera el hecho de que José Ramón Gómez Besteiro, secretario xeral del PSdeG, haya reconocido públicamente que tenía conocimiento desde el mes de octubre de la existencia de un posible caso de acoso, pese a que la denuncia formal se registró semanas después. Para Podemos Ourense, en un marco feminista, no activar de inmediato mecanismos políticos y preventivos ante una sospecha de este tipo es claramente insuficiente.
La ausencia de una denuncia judicial, insisten, no puede convertirse en una coartada para la inacción política. Los partidos tienen la responsabilidad de actuar desde el primer indicio, poniendo en el centro a las posibles víctimas y garantizando espacios seguros y libres de violencia.
Por ello, desde Podemos Ourense lanzan una pregunta directa y pública:
¿va el PSOE de Ourense a cerrar filas en torno a su secretario xeral en Galicia o va a exigir explicaciones claras y asumir responsabilidades políticas?
El feminismo, recuerdan, no puede ser selectivo ni depender del peso orgánico de la persona señalada. No basta con protocolos escritos ni con proclamar una supuesta “tolerancia cero” si después se normalizan silencios, demoras o cálculos internos.
Desde la Secretaría de Feminismos de Podemos Ourense reiteran varios principios irrenunciables:
- Las víctimas deben estar siempre en el centro, también cuando las denuncias son internas.
- La transparencia es una obligación política, no una elección.
- Las responsabilidades no desaparecen por no existir, de momento, una vía judicial abierta.
- La coherencia feminista se demuestra con rapidez, valentía y hechos.






