El diputado del BNG en el Parlamento de Galicia, Iago Tabarés, ha denunciado públicamente el uso indebido del Centro Integral para la Loita Contra os Lumes (CILL) de Toén, un espacio creado para la formación de bomberos forestales. La polémica surge tras reconocer la Xunta de Galicia, en respuesta a preguntas del grupo nacionalista, que las instalaciones fueron cedidas para la práctica de juegos de combate con aire comprimido y bolas de pintura, sin aportar datos sobre las entidades beneficiarias ni el número de ocasiones en que se permitió esta actividad. Una situación que contradice lo afirmado en su día por el Director Xeral de Defensa do Monte.
El CILL fue inaugurado hace casi dos años con una inversión de más de cuatro millones de euros de fondos europeos, y concebido como un centro de referencia internacional en la formación de personal especializado en la extinción de incendios forestales. El complejo cuenta con infraestructuras para la conducción de vehículos de extinción, entrenamiento físico y técnico, además de un aula medioambiental destinada a escolares de toda Galicia. En su inauguración, el presidente de la Xunta destacó que el CILL “centralizará tanto a formación continua de bombeiros forestais como a instrución de novos profesionais neste eido”, subrayando que serviría de espacio formativo tanto a nivel nacional como internacional.
El propio BNG, en una visita a las instalaciones en el marco de la comisión séptima del Parlamento, ya había recibido explicaciones de que el centro podía emplearse de forma puntual por la Unidad Adscrita a la Policía Autonómica y la Policía Local, aunque siempre se insistió en que no se realizaban prácticas de tiro, puesto que no existía un espacio habilitado para ello.
Ante esta nueva información, Tabarés considera incomprensible que un recurso público diseñado para la formación de profesionales encargados de la extinción de los incendios forestales sea dedicado para otras actividades privadas, sin que conste si se adoptaron medidas de protección para garantizar la conservación del espacio. En nombre de su organización, el diputado insistió en que el CILL debe destinarse exclusivamente a fines de servicio público y formación, evitando su apertura a usos privados que resulten incompatibles con la finalidad para la que fue creado.
