Rafa Villarino anunciaba hoy su renuncia a ser candidato a la alcaldía de Ourense de llevarse a cabo una moción de censura conjunta entre el PP y el PSOE. Una condición sine qua non para que los populares aceptasen poner en marcha el mecanismo de destitución del actual alcalde.
Con el envío de un burofax esta mañana a las direcciones locales y provinciales del PP, el socialista ha puesto fecha para que los populares se pronuncien sobre la firma de la iniciativa para «superar a parálise canto antes». Según ha manifestado en un comunicado a los medios difundido tras su comparecencia pública esta mañana, el pasado 7 de abril celebró un encuentro con el portavoz del grupo municipal del PP, Jesús Vázquez donde le hizo saber su decisión de dar un paso atrás. Desde entonces no ha tenido respuesta alguna, por eso emplaza al Partido Popular que defina su posición de forma oficial antes del sábado 24 de abril.
Villarino ha manifestado que no quiere ser la causa de que esta ciudad no cambie, explicando que es una decisión tomada con la finalidad de «salvar Ourense».
Manuel Baltar ha recogido el guante lanzado por el socialista con unas declaraciones que no dejan en buen lugar a Villarino: «A palabra de Villarino non vale nada». A pesar de defender «o máximo respecto polas decisións que tome calquera formación política, non nos fiamos de Villarino pola súa tremenda falta de credibilidade». El Presidente de la Diputación ourensana, ha recordado que hace 4 meses ya le habían trasladado al socialista Juan Carlos Francisco su postura de facilitar un gobierno de coalición PP-PSOE si Villarino se echaba a un lado.
Frente a esto, dice Baltar «Villarino seguiu dando exemplos da peor política, proba diso é que hai dias lle negaron a petición sobre dedicación que solicitaban os concelleiros e concelleiras do PP no Concello de Ourense».
Así las cosas la reacción del protagonista en la sombra tampoco se ha hecho esperar; Gonzalo Pérez Jácome ha calificado las declaraciones de Villarino como una «maniobra para tratar de dejar en evidencia al partido enemigo del PSOE» ya que «intuyen que PP no va a hacer moción» De sus palabras parece desprenderse que se siente seguro de mantener el bastón de mando de la ciudad de Ourense lo que resta de mandato municipal.
Habrá que esperar por lo tanto acontecimientos. ¿Quién será el próximo en mover ficha?