
Durante el inicio de la campaña de control del transporte escolar en Ourense, el pasado día 14, la Guardia Civil se encontró con una situación preocupante. En uno de los controles, un conductor de autobús escolar que trasladaba a tres niños, de entre 7 y 12 años, dio positivo en cocaína y benzodiacepinas tras realizar las pruebas pertinentes.
El resultado fue confirmado más tarde por un laboratorio oficial, por lo que el conductor se enfrenta a una multa de 1.000 euros y la pérdida de seis puntos del carné.
Desde el Subsector de Tráfico de la Guardia Civil recuerdan que estos casos son excepcionales, y que el transporte escolar continúa siendo uno de los medios más seguros. Aun así, para reforzar la confianza y la tranquilidad de las familias, se mantendrán controles específicos durante todo el curso. Porque la seguridad de los más pequeños no admite descuidos.






