
La provincia de Ourense vive horas de tensión por los incendios forestales, que han obligado a aplicar protocolos de protección a la población en varios municipios. Según el último balance del 112 Galicia, actualmente 12 vecinos de Vilariño da Serra (Viana do Bolo) permanecen confinados en sus viviendas.
Las evacuaciones también han sido necesarias: 25 residentes de un centro en Chandrexa de Queixa y dos personas de Albarellos (Monterrei) fueron trasladadas a lugares seguros. En O Cañizo (A Gudiña), con unos 300 habitantes, se decretó el confinamiento, aunque ya ha sido levantado.
La emergencia ha obligado a cortar carreteras de alta capacidad, como la A-52, que sigue cerrada entre los kilómetros 172 y 174. También la N-525 fue interrumpida entre los kilómetros 115 y 128, tramo que ya está reabierto. Además, la circulación de trenes de alta velocidad entre Galicia y Madrid quedó suspendida temporalmente.
Durante las labores de extinción, un brigadista sufrió un golpe de calor, aunque con síntomas leves. El fuego también ha afectado a varias viviendas en O Cañizo, así como a una casa y una granja en Guimarei (Monterrei). En otras zonas, han ardido varias casas deshabitadas.