Pasear por cualquier rincón del Xurés es un auténtico placer para los sentidos, hasta que topas con una escombrera en plena naturaleza. Nos dicen los vecinos de Guende, que esta escombrera fue iniciada de forma ilegal por un constructor de la zona. Dicho constructor fue obligado a enterrar todo lo que allí había arrojado, como si taparlo fuera la solución. Esta medida no fue lo suficientemente disuasoria para otras personas que han decidido volver a dejar escombros a la vista.
Las autoridades sin duda alguna, debieran actuar de forma más contundente ante estas acciones que dañan el medio ambiente de forma irreparable.
Entre escombros y graffitis en las piedras, hay quien respeta poco lo que lo más bonito que tenemos en nuestra provincia.