
El personal del sector del siderometal volvió a salir hoy a las calles de Ourense, coincidiendo con la primera de las dos nuevas jornadas de huelga de 24 horas convocadas para exigir un convenio colectivo provincial digno. Desde primera hora, cientos de trabajadores y trabajadoras se sumaron a los piquetes informativos y, ya al mediodía, participaron en la manifestación que recorrió el centro de la ciudad.
Con la de hoy, son ya seis jornadas de paro total desde septiembre, impulsadas por la CIG y la UGT, en defensa de unas condiciones laborales que consideran justas. Aunque ayer mismo hubo un encuentro entre ambas partes y se percibió cierto achegamiento, el acuerdo volvió a romperse: la patronal mantuvo su última propuesta sin cambios. Desde el lado sindical insisten en que es imprescindible una subida salarial razonable y una reducción de la jornada laboral.
Desde CIG-Industria destacan el compromiso mostrado por la plantilla, que nuevamente apoyó de forma mayoritaria la huelga y participó en los piquetes y la protesta posterior. El secretario nacional de la federación, Marcos Conde, presente tanto en la manifestación como en el piquete del polígono de San Cibrao desde las siete de la mañana, subrayó que la de hoy fue la movilización más numerosa desde que comenzaron las protestas en septiembre.
El responsable sindical recordó además que esta demostración de fuerza está detrás del cambio de actitud del empresariado, que al inicio mantenía una postura mucho más rígida. “Agora as posturas están máis próximas, pero na última xuntanza negáronse a variar a anterior oferta”. Por este motivo, los sindicatos han decidido mantener el pulso y seguir adelante con la huelga, que afronta mañana su segunda jornada consecutiva.






