
Las concejalas del grupo municipal socialista en el Concello de Ourense, Natalia González, María Fernández y Alba Iglesias, mantuvieron un encuentro con la nueva directiva de la agrupación de Asociacións Veciñais Miño, formada por Xosé Ramón Piñeiro (presidente), Manuela Padín, Ricardo Vázquez, José Luis Castro y María del Carmen Montero. El objetivo de la reunión fue escuchar las preocupaciones vecinales y recoger las principales demandas del tejido asociativo.
Durante la cita, las ediles socialistas expresaron su malestar por lo que califican como seis años de dejadez institucional por parte del gobierno local liderado por Gonzalo Pérez Jácome, con un impacto especialmente grave en los barrios rurales. Según denunciaron, el ejecutivo ha recortado el presupuesto destinado al movimiento vecinal, debilitando un pilar clave de la participación ciudadana en la vida municipal.
En este contexto, recordaron la desaparición de la Concellería de Participación Cidadá, el cierre de la Oficina de Atención al Ciudadano y la supresión de los presupuestos participativos. Además, las asociaciones se han visto forzadas a autofinanciar sus actividades formativas por la falta de apoyo público. «La interlocución entre Concello y asociaciones está prácticamente rota», lamentaron.
El grupo socialista aseguró que seguirá visitando los barrios y trasladando al pleno municipal las demandas vecinales, exigiendo al gobierno de Democracia Ourensana una respuesta urgente a las necesidades más básicas: transporte, limpieza, suministro eléctrico y saneamiento.