A pesar de no ser uno de las zonas más concurridas de la ciudad, resulta llamativa la imagen que presenta el patio de manzana de la Rúa Concordia con Progreso y Paseo. Además de los típicos, por desgracia, actos de vandalismo que han teñido parte del mobiliario urbano de pintadas, pueden verse desperfectos de todo tipo debidos a una falta de mantenimiento de la zona.
Pintadas donde los vándalos dejan su firma, sin miedo a que nadie les reclame por su daño.
Los azulejos del mosaico que debieran adornar una fuente, ahora inexistente, han ido despareciendo; no sabemos si es debido al paso del tiempo o a la acción de quien se ha entretenido quitándolos.
A simple vista parece una piedra de gran peso, no sabemos como ni de que forma ha ido a parar a donde se encuentra actualmente. A juzgar por la vegetación que la adorna lleva ya una temporada en su nueva ubicación. De las otras tres esquinas de este «banco», solo una conserva la piedra, las demás han sido tiradas al suelo.
A la falta de azulejos se unen los desperfectos en maderas que muestran un deterioro evidente.
En su día el Concello de Ourense llevó a cabo una tala de las palmeras que se habían visto afectadas por el llamado Picudo Rojo. No sabemos si los ejemplares situados en este parque se han visto afectados por esta plaga, pero a simple vista parecen pedir a gritos algún tipo de cuidados.