
El Café Bar Rojo, en la calle Progreso a la zona del Posío, forma parte de esa memoria íntima de Ourense que sigue viva aunque el tiempo haya pasado. Abrió sus puertas allá por el año 1963, cuando la ciudad todavía caminaba más despacio, y permaneció activo hasta finales de 2015, dejando tras de sí miles de historias compartidas entre barra, mesas y conversaciones que nunca se olvidan.
En sus primeros años de vida no era solo un bar. Era casi un hogar extendido: ofrecía pensión, servía comidas caseras y se convirtió en escenario de bodas, comuniones y bautizos. Muchos vecinos aún recuerdan aquellas celebraciones sencillas, con el encanto de lo auténtico.
Ese local que fue punto de encuentro para generaciones busca un nuevo futuro tras varios años cerrado. El espacio se pone a la venta, una oportunidad para quien desee devolverle la vida o iniciar en él un proyecto distinto, pero con la huella de un lugar que ya es historia de Ourense.






