«Siento alegría, quiero volver a abrazar a mis nietos» . Esas han sido las primeras palabras de Inocencio Corbal, el primer ourensano al que esta mañana se le administraba la vacuna del coronavirus. Usuario de la vivienda comunitaria San Marcos de Cudeiro, a sus 90 años se sentía orgulloso de recibir «algo maravilloso», según él mismo decía.
A él lo siguieron todos sus compañeros de vivienda, tras ellos a partir de mañana cerca de 9.000 personas entre personal y usuarios de los 142 centros sociosanitarios que recorren nuestra provincia recibirán su dosis. Para ello desde hoy trabajan 11 equipos de sanitarios, encargados de que la vacuna llegue a los que se han revelado como el sector de la sociedad más vulnerable a este virus.