
Las asambleas de trabajadoras y trabajadores del sector del comercio de alimentación, celebradas este lunes, votaron de forma prácticamente unánime a favor de la última propuesta de convenio colectivo presentada en el marco de la mediación del Consello Galego de Relacións Laborais. En estas asambleas, que contaron con una alta participación tanto en la sesión de la mañana como en la de la tarde, se decidió también desconvocar las jornadas de huelga previstas para los días 24 y 26 de julio.
Ahora, tal como explica el representante de la CIG en la mesa de negociación, Anxo Pérez Carballo, los sindicatos trasladarán la decisión de las asambleas a las mediadoras para proceder a la firma del texto final del convenio. Aclara que la propuesta presentada al personal, aunque ya fue aceptada por la patronal en el proceso de mediación, no constituía un preacuerdo como tal, ya que no fue firmada por los sindicatos en la reunión del pasado jueves.
En dicho encuentro se alcanzaron acuerdos en cuestiones como promociones de grupo, la introducción de tres fines de semana de calidad al año, un plus fijo por nocturnidad, una ayuda escolar hasta los 12 años, el adelanto de pagas extra o el aumento de un día de vacaciones.
Sin embargo, la principal discrepancia seguía estando en el aspecto económico, ya que la oferta de la patronal estaba muy alejada de las demandas sindicales. Pérez Carballo recuerda que la propuesta inicial de los sindicatos para 2025 era de 18.100 euros anuales (teniendo en cuenta que en 2024 el salario anual para las categorías mayoritarias era de 16.198,50 euros) y para 2026, de 19.500 euros. Para los años siguientes, se pedía un incremento del 3% con cláusula de revisión salarial ligada al IPC.
Un incremento de más de 4.000 euros al final del convenio
Ante la falta de avances con la patronal, las mediadoras propusieron una solución intermedia: 18.100 euros en 2025, en línea con la demanda sindical; 19.250 euros en 2026; y para 2027 y 2028, aumentos del 3% con cláusula de garantía salarial hasta el 5,5%, en caso de que la inflación supere el porcentaje pactado. Esta es la propuesta que se llevó este lunes a las asambleas.
“En porcentaxe, estas contías supoñen un incremento total nos catro anos de convenio do 26,08% para a categoría maioritaria. É dicir, dende o ano pasado até o remate do convenio (2028) haberá un incremento de 4.223,82 euros”, incide o representante da CIG.
Para dimensionar el salto que supone este convenio respecto al anterior, Pérez Carballo recuerda que en el convenio 2021-2024, la subida total fue de 1.680 euros, lo que representó un 11,56%.
“A CIG non asinou ese convenio porque nos parecía totalmente insuficiente. Agora estamos falando dun incremento do 26,08%, por iso, esta vez si que imos asinar”.
En este sentido, también destaca la distancia salarial con respecto al SMI, ya que hasta ahora el convenio de comercio de alimentación de Ourense siempre estuvo al borde del salario mínimo, e incluso algunas categorías quedaban por debajo.
“A partir deste ano veremos o SMI polo retrovisor: o persoal cobrará 1.524 euros/ano por enriba do salario mínimo actual e esa diferenza irá aumentando nos próximos anos”, reitera.
Éxito de la movilización del personal
Aunque no se lograron todas las reivindicaciones sindicales, el personal consideró esta propuesta como un logro fruto de la movilización. Cabe destacar que es la primera vez en la historia que el comercio de alimentación de la provincia de Ourense se moviliza por su convenio, con tres jornadas de huelga que registraron una participación superior al 90%, y con asambleas y movilizaciones masivas. De hecho, en total, más de 650 trabajadoras y trabajadores participaron en las dos asambleas de este lunes, con solo 57 votos en contra de firmar la propuesta.
Por ello, para Pérez Carballo, lograr que la patronal aceptase esta propuesta de la mediación, muy superior a lo que inicialmente estaban dispuestos a ofrecer, representa:
“un éxito colectivo de todo o persoal, maioritariamente formado por mulleres, que por primeira vez se moveron polo seu convenio, servindo de exemplo e marcando o camiño a outros sectores, como o comercio téxtil”.
Además, añade que esto también supone una advertencia clara para la patronal:
“que acudiu negociar coa mesma actitude prepotente, arrogante e abusiva dos últimos catro convenios, e atopouse enfronte cun sector esperto, organizado e disposto a pelexar”.